Alejandra

Alexandra es una mujer valiente que ha recorrido el mundo persiguiendo sus sueños.
Se reconoce tímida y con falta de confianza, algo muy común en las mujeres casi de cualquier sector a pesar de que al conocerle da la sensación contraria, tiene un look atrevido, como su marca. Ella se dedica al arte, un mundo aún más difícil. Es maquilladora profesional. Y hace micropigmentación y
Nacida en Ávila, ha llegado a Vitoria-Gasteiz hace poco, después de vivir en Barcelona, Madrid,Valencia… Cuando terminó sus estudios de Diseño Industrial llegó la crisis y a eso se le sumó una falta de autoconfianza, así que decidió dejarse llevar y perseguir su pasión.
Cuando llegó a Barcelona y empezó su formación en la escuela Montserrat Fajardo entendió, a pesar del miedo y la soledad de llegar a una ciudad donde no tenía nada ni a nadie, que había tomado la decisión correcta, que así sería feliz.
En cuánto le conocimos supimos que sí se sentía plena. A pesar de estar en un momento complicado, los inicios dan miedo, absorben y son los momentos en los que más veces nos planteamos si abandonar o seguir adelante con todo. Alex ama su trabajo, es consciente de las dificultades, de las barreras y techos, de las renuncias, pero sabe que le va a ir bien.
¿Autónoma en activo?
Estoy empezando.
¿Cuántos años lleva como autónoma?
Estoy empezando a trabajar ahora, he llegado a Vitoria-Gasteiz hace poco.
¿Tiene empleados/as?
No
¿Cómo surgió la idea?
Desde pequeña, la estética ha estado presente en mi vida, ha sido algo por lo que me he sentido atraída. Estudié Diseño Industrial, pero cuando llegué la crisis y empezaron a prescindir del diseño industrial, empecé a sentir inseguridad y decidí perseguir mi sueño. Me fui a Barcelona a estudiar maquillaje. Y desde entonces me he formado en estética, micropigmentación etc.
¿Qué es lo que te lanzó a emprender?
Después de trabajar muchos años por cuenta ajena,principalmente en tiendas, donde apremia la cantidad frente a la calidad, decidí que quería empezar a hacer las cosas a mi modo, con coherencia. Soy una persona que valora mucho el trato al cliente, me parece importante cuidar el modo de trabajo y a las personas que confían en ti.
¿A qué problemas se tuvo que enfrentar en el inicio de su actividad?
Para mí uno de los mayores problemas es la búsqueda de clientes. Hacerse un hueco en el mercado es complicado, para que te conozcan y destacar en el mundo digital hay que tener conocimientos y tiempo o recursos económicos (y al principio es difícil) Es otro trabajo. Y es difícil. Tampoco quiero ser una influencer y exponer mi vida en las redes sociales.
Además a mí me resulta complicado enfrentarme a las tareas comerciales, y más en una ciudad a la que acabo de llegar.
Hay una falta de autoconfianza, empoderamiento… son cuestiones muy asociadas a cómo me han educado, como mujer, yo creo. Los hombres tienen menos miedo, son más temerarios o tienen más capacidad de visualizarse en el éxito, creo.
En mi caso en concreto, además, los materiales son costosos y a eso hay que sumarle que hay personas llevando a cabo nuestra actividad (la micropigmentación) en espacios no estériles etc. hay competencia desleal.
¿Cuáles son las principales ventajas e inconvenientes de trabajar por cuenta propia?
Como inconvenientes, yo echo de menos tener un equipo, la soledad es complicada. Además la incertidumbre, por supuesto, yo acabo de empezar y aún no puedo vivir de mi trabajo, eso es duro. Yo me entrego en cuerpo y alma a mi trabajo, a formarme, aprender de marketing, de emprendimiento, de finanzas…
Ventajas tiene muchas, para mí es un regalo recibir los agradecimientos de mis clientas y hacer mi trabajo a mi manera, cuidando cada detalle y entendiendo que mi trabajo, aunque sea algo que yo hago diariamente, para la persona que se pone en mis manos es un día especial (si es su boda o si estoy dibujando cejas de una mujer que las perderá con la quimioterapia)
Me siento muchísimo más realizada que cuando he trabajado por cuenta ajena, y eso que me he sentido muy realizada y valorada en mis trabajos.
Relátanos tu experiencia.
Antes de llegar aquí hay un largo camino por detrás. Llegar a Barcelona sola, sin conocer a nadie, dejando atrás mis estudios de Diseño Industrial y las expectativas que mi familia tenía sobre mí, no fue fácil. A la semana de estar allí y de empezar el curso de MAQUILLAJE PROFESIONAL Y DE CARACTERIZACIÓN en la escuela Montserrat Fajardo, podría decir que era la persona más feliz del mundo.Siempre sentí que ayudar a los demás a estar más a gusto con su estética me hacía inmensamente feliz y descubrí que transmitía confianza a las personas aún sin tener ni idea de maquillaje. Entonces me informé de las mejores escuelas de maquillaje profesional y aposté por ello, por algo que aunara BELLEZA + ARTE, pues soy diseñadora y no quería perder mi parte creativa.
Tras la formación especializada en una de las mejores escuelas de estética de Barcelona, y mi traslado a Vitoria-Gasteiz por motivos personales, tenía la coyuntura perfecta para lanzarme y hacer por fin lo que tan feliz me hace…ahí empezó ROCK MY BROW.
El ser mujer ¿te supuso algún problema?
El del maquillaje es un sector tremendamente feminizado, pero como en otras profesiones feminizadas, es curioso que también son los hombres a los que se les brindan más oportunidades de éxito, alcanzan puestos más altos y mayor reconocimiento. (Yo he trabajado en varias tiendas, en las que con un porcentaje muy superior de mujeres en plantilla, los puestos de maquilladores oficiales de tienda se les han dado a los escasos hombres)
Además, existe una rivalidad muy grande entre nosotras, una “lucha entre mujeres” Yo considero imprescindible crear alianzas, siempre que me relaciono con una compañera le muestro mi admiración (que siempre es real).
¿Pudiste conciliar tu vida laboral con la maternidad en caso de serlo?
No soy madre, tengo pareja y todavía es compatible tener una vida en común con tiempo para estar juntos porque mi proyecto está empezando.
No quiero ser madre pero soy consciente de que si quisiese o fuese madre, sería un problema. Tengo conocidas que son madres y llevan su negocio de maravilla, pero sé que es difícil.
¿Qué formación le vino bien y qué formación ha adquirido desde el inicio de su actividad en este negocio?
Hago todo lo que esté a mi alcance. Cursos de SPRI, del Ayuntamiento, de maquillaje…de marketing, emprendimiento etc.
Los cursos de maquillaje son muy caros, pero es una inversión que a mí me da no solo nuevos conocimientos, sino, también seguridad.
¿En algún momento pensaste/piensas en tirar la toalla?
Sí. A días. La soledad del autónomo/a la llevo mal, los días malos, los problemas son solo tuyos y añoro tener un compañero/a. Es cierto que nunca me he planteado tirar la toalla tan firmemente como para planteármelo de verdad.
¿Qué consejo darías a una emprendedora?
Paciencia, perseverancia, organización. A las mujeres, específicamente, les diría que tenemos que confiar más en nosotras, creer en nuestras habilidades, capacidades y éxitos. No debemos auto-imponernos barreras. Los hombres son más temerarios, se ponen menos barreras, han sido educados diferente y eso se nota
¿Se siente realizada profesionalmente?
Sí. Como ya he dicho me siento más realizada que trabajando para otros/as. Siento que estoy en el camino de conseguirlo.
¿Qué ayudas crees que se le deben dar al autónomo/a para montar un negocio?
La tarifa plana me parece un acierto. Para mí sería inasumible plantearme darme de alta en autónomos si no fuese con una tarifa reducida, solo con esas condiciones puedo hacerlo.Además, nadie te enseña a emprender, yo he hecho muchísimos cursos pero son demasiado teóricos y generales. Creo que falta formación más personalizada.